Grandes compinches

El nieto y el abuelo son compinches como si se hubieran esperado siempre. Dibujan, juegan, van vienen del colegio, caminando y conversando juntos.

Los nietos ponen a prueba la paciencia, la imaginación y la resistencia física de los abuelos. Y la relación con sus nietos acerca a los abuelos a su infancia, los alegra y tranquiliza.

El abuelo vuelve a su niñez y el nieto aprende lo que es el devenir del tiempo.

Los abuelos representan la sabiduría y experiencia que a menudo necesitan los nietos en la formación de sus valores y, en algunos casos, son como sus segundos padres. Con su sabiduría aportan amor, consejos, cuidados y mimos a los más pequeños.

Al repasar tu infancia te das cuenta de que atesoras recuerdos, entre ellos los momentos compartidos con tus abuelos, un lazo emocional que va estrechamente unido al de tus papás. Este vínculo especial quedará también grabado en la mente de tus hijos y, para ello, tendrás que saber cómo conectarlos para desarrollar una buena relación al propiciar espacios donde se conozcan y convivan más.

Los abuelos juegan un importante papel en la vida de sus nietos al ser una especie de extensión de los papás, pero en una versión más relajada y divertida. Su compañía es enriquecedora por el intercambio de afecto y tiempo, ya que ambas partes reciben estimulación, entretenimiento, inspiración y compañía, durante los juegos y conversaciones.

“Los niños al lado de sus abuelos fomentarán habilidades sociales y esto se verá reflejado en su desarrollo intelectual y psicomotriz”.

Muchos abuelos usan esta fórmula para ejercer como tales y sentirse realizados al mismo tiempo, centrándose en el disfrute que supone compartir una afición y propiciando así una valiosa complicidad. Dos generaciones que tienen mucho en común, pese a la evidente distancia que las separa. Ambos disponen de mayor libertad, tiempo y una actitud abierta, que facilitan un vínculo de gran empatía. Los abuelos enseñan algo de su mundo a los nietos, y los nietos abren a nuevas posibilidades y experiencias a los abuelos, llevándoles a su terreno.

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María Cecilia Fourcade Galtier

Acerca de María Cecilia Fourcade Galtier

Nací un 7 de junio de 1959, en Río Cuarto, Córdoba; en la cuna de una familia numerosa; descendiente de franceses e italianos, Católicos, con una muy buena educación, costumbres y tradiciones familiares. Mamá de Santiago y Eloy. La música es mi motor. Desde muy niña, me gustó cantar, integrando varios coros de esta ciudad, haciéndolo hasta la actualidad. A los cincuenta años, me dedico a disfrutar de la vida, aplicando la experiencia del pasado, y haciendo las cosas que me apasionan; las que hoy comparto con todos Uds.-
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2 respuestas a Grandes compinches

  1. susana rocha dijo:

    Felicitaciones por el nombre, el logo, la imagen y el contenido!!! Como va creciendo el blog!!! Un sueño que se va cumpliendo…ahora a contagiar a otros para que disfruten y participen de él…Con amor. Susana

    • Mariana Sanchi dijo:

      Me uno al saludo de Susi y las abrazo a todas fuertemente, FELIZ de ver y disfrutar de los logros que como Equipo de trabajo hemos obtenido. Dios las bendiga. Pronto haré mi aporte… ¡Besos!